Pensamientos.

martes, 10 de julio de 2012

Como empezó todo.

Hoy es una tarde calurosa, no se por qué, estaba viendo los otros, y he recordado la primera vez que alguien me besó el cuello, no fue algo bonito, no es un buen recuerdo, es más, ni siquiera se porqué escribo sobre ello. Tendría yo 12 o 13, no recuerdo en que año fue, se que era verano, debíamos andar por junio del 2009, las clases habían acabado, solo quedaba el campeonato escolar (Actividad típica de mi antiguo colegio), allí estaba todo el mundo, las chicas mayores que admiraba, los chicos guapos de los cursos superiores, y las que por aquel entonces se hacían llamar mis amigas. No recuerdo como sucedió, pero nos hicimos con un paquete de globos de agua, ¡Menuda estábamos liando! Y claro, nos cortaron los grifos del patio escolar; pero siempre quedaba bajar al baño a llenarlos, solo estaba abierta la puerta trasera, la que daba justo al salón de actos, y allí había unos pequeños aseos. A la aventura iba, si mi pillaban mal, si no me pillaban diversión asegurada; bajé silenciosamente las escaleras, entorné la puerta, fuera se oia el bullicio de mis compañeras de juegos, mojando a algún chico, y me dispuse a llenar un globo, entonces entró un chico, era de mi mismo curso, aunque no iba a mi clase, y había repetido un par de años, recuerdo vagamente su cara, pero recuerdo perfectamente que yo le gustaba, hacía meses que andaba detrás de mí, sus amigos me llamaban al pasar, y yo, todavía inocente, pasaba de ellos, giré la cabeza y seguí llenando el globo, el se dispuso a hacer lo mismo, a mi lado, sin siquiera mirarme, cerré el globo y  me dispuse a salir, entonces, sin más aviso se giró y me puso contra la pared, su globo, el la mano y sin atar me empapaba, él sonreía, yo no podía reaccionar, creo que le dije que me soltara, lo mismo solo lo pensé, se que me empezó a mojar, esta vez a posta, y me empezó a besar el cuello mientras reía, y ahí si reaccioné, chillé, patalee, hasta que me zafé y me fui, él pensó que era un juego. Yo no volví a acercarme ni a él, ni a esos baños. Recuerdo lo que pensé, recuerdo contárselo a una amiga, recuerdo que ella no me creyó, recuerdo que decidí que a partir de ahí les controlaría yo a ellos, decidí jugar su mismo juego, y sí, me convertí en una autentica zorra.

1 comentario:

  1. yo decidi tambien jugar a ese juego por simil cosa hace mucho mmm compartimos mas cosas de las que creia y quien me iba a decir que en una dulce tarde de aburrimiento me iba a entretener una de tus historias no te lo tomes a mal pero hecho de menos hablar contigo y las tardes psicologicas en las que descubria de ti mmm es divertido haber si te veo mas y feliz 18 se que es d hace mucho esta entrada soy si algun dia lo lees te propongo qu adivines quien soy y no te rayes que ultimamente esta mas indiferente de cuando te conoci espero que sigas siempre igual de buena persona aunque no lo demuestres mucho bss

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